Laia Vergés

Advocada de família

Abrazando el conflicto
20/05/2021

Abraza el conflicto.

Cuando haces un cambio interior que te libera, el entorno también se alimenta, disfruta de este fruto porque, de golpe, desprendes más claridad, más luz, todo está alineado. Así impactamos en el mundo, así lo podemos mejorar entre todos.

Primero tú desde dentro y luego todos hacia fuera. Hacer una introspección y descubrir tus talentos no es fácil pero es indispensable. Hay retos, hay obstáculos, pero vale la pena. La vida inevitablemente nos los trae y si les damos cabida podremos gestionarlos, incluso abrazarlos, en vez de huir o evitarlos, que no hará sino alargar o posponer la desazón.

En mi trayectoria profesional como abogada también me ha tocado hacer una introspección hacia mi verdadera naturaleza y, después de unos años trabajando en propiedad industrial / intelectual, donde no estaba en contacto directo con conflictos personales sino con personas que representaban empresas, di un giro hacia el derecho de familia, caminando por momentos agridulces a la vez que por conflictos resueltos desgraciadamente en los juzgados. Uno de los puntos de inflexión que propició el comienzo de este proceso personal fue el work shop "Descubre tus talentos y tu propósito vital" impartido por la plataforma Sensitive Cities de la que formé parte.

Fruto del mismo, escogí un camino más gratificante personalmente; el de intentar armonizar posiciones totalmente contrarias como suele ser el caso de los matrimonios que se quieren separar con mucha crispación. El hecho de poder generar lugares comunes entre las partes posibilita una gran crecimiento y mejores resultados para todos. El conflicto sólo es bueno si sabemos resolverlo con inteligencia emocional, pues entonces nos hace más sabios y sabias.

La confrontación entre mi manera de entender las relaciones humanas y la confianza firme que tengo en el poder del diálogo me ha supuesto algún trastorno en momentos de mi trayectoria profesional. El enfrentamiento en unos ámbitos tan sensibles como son las personas y las familias ha propiciado que me adentre en la forma en que quería transmitir y resolver los conflictos que se me plantean diariamente. Abrazar el conflicto es el resultado de un objetivo eminentemente personal de resolverlos basándome en el acuerdo, y al mismo tiempo, de transmitir la voluntad firme que es (casi) siempre posible.

Sin duda, la vida es negociar y llegar a acuerdos. Nada mejor que poder resolver las divergencias por acuerdo, porque ganamos todos, individual y colectivamente.

¡Qué suerte formar parte de Sensitive Cities¡

https://www.sensitivecities.org/blog/

 

 

Foto: Jordi Martín

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